El camino de Santiago ha sido escenario de personajes célebres que han ganado reconocimiento por su dedicada labor, sea la promoción turística de los lugares que presentan sus diferentes rutas o la atención devota hacía los peregrinos que hacen el recorrido.
La señora Felisa es uno de los personajes más queridos para los peregrinos contemporáneos por su labor al lado del camino. Desde su puesto encontraba siempre lista para apoyar a los peregrinos con agua fresca, higos y anécdotas varias sobre la localidad de Logroño.
¿Cuál es la relación de la Sra. Felisa con el camino?
Este personaje hacía vida al borde del camino, ubicada después de la localidad de Viana, después de la bajada del Monte Cantabria y un poco antes de entrar en Logroño se podía ver su afamado puesto.
Su rincón constaba de una mesa de tablerillo adornada con una sombrilla y un característico árbol de higos, que en temporada solía obsequiar a los peregrinos que pasaban por allí.
¿Por qué se hizo famosa la Sra. Felisa?
La Sra. Felisa era la encargada desde la década de los 80 de brindar información y hacer el sellado correspondiente a todos los peregrinos que atravesaban la localidad de Logroño. Su carisma, bondad e infinitas ganas de contar historias sobre su pueblo hicieron que su nombre se diera a conocer entre las personas que recorrían el Camino.
¿Qué legado dejó de la Sra. Felisa?
Este amoroso personaje del camino, no abandonó su labor hasta el año 2002, cuando estando cerca a sus 92 años fallece de causas naturales. Su carácter afectuoso y su disposición a ayudar al prójimo quedó tan marcado en sus familiares, que una de sus hijas, Mari, sigue cumpliendo con esta labor desde hace algún tiempo.
El paradero de Felisa es uno de los más icónicos en el camino francés, ahora ligado a la tradición jacobea contemporánea. Fue una persona que, a pesar de no saber leer, entre sus hábitos de hospitalera, estaba el de invitar a los peregrinos, a plasmar algunas palabras en hojas que con el tiempo se terminó convirtiendo en un libro de pasajes.
Siempre era normal verla bajo la sombra de su higüero sentada en su puestecito o descansando en casa donde tenía amplia vista de al majestuoso higuero. Su amor por el camino y por los peregrinos sigue vigente y el agradecimiento hacia esta hermosa señora todavía resuena por todas las rutas del Camino a Santiago.
