Tan importante como el entrenamiento previo al Camino es preparar correctamente el equipaje.
Y no es tarea sencilla. Son muchos los días que pasamos fuera de casa, y sin embargo sabemos que cuanto menos peso carguemos a las espaldas mejor nos irá en nuestra ruta hacia Compostela.
Elementos de higiene tan cotidianos como el cepillo, la pasta de dientes o el desodorante no pueden faltar como componentes de vuestro equipaje.
Son muchas las horas que se pasan bajo el sol, e incluso si el día está nublado, es conveniente aplicarse protección solar.
Ya comentamos anteriormente que lavar la ropa será una actividad muy habitual durante el Camino: las pinzas de colgar son un utensilio que pasa desapercibido en nuestro día a día que puede servirnos de mucho durante el Camino. Aparte de las prendas básicas (camiseta, jerseys, pantalones…) un chubasquero no os vendrá nada mal: los que se pliegan sobre sí mismos para no ocupar demasiado espacio son más que suficientes: son ligeros, muy cómodos y ayudarán a que os mantengáis secos los días de lluvia.
Sin documentación no iréis a ningún lado: DNI, tarjeta sanitaria (en el caso de los peregrinos extranjeros, la tarjeta sanitaria europea) y bancaria. También es conveniente andar siempre con algo de dinero en efectivo encima.
La credencial es el documento que acredita a la persona como peregrina. Imprescindible para dormir en la gran mayoría de los albergues. En algunos locales es necesario mostrarla para recibir descuentos.
Como información complementaria, compartimos los teléfonos de contacto para la asistencia del peregrino. 😉
