Si te propones hacer un peregrinaje por el Camino de Santiago o incluso si te encuentras en medio de esta aventura y te ha llamado la atención la tarta de Santiago entonces mereces conocer un poco más sobre ella y nosotros te contaremos.
También conocida como torta compostelana, es una receta tradicional que no puedes dejar de probar si visitas las tierras de Galicia. Su origen data de hace muchos años, y aunque hoy en día todavía no es preciso, sí se logra relacionar con las más antiguas tradiciones gallegas de la alta repostería con ingredientes como el azúcar y la almendra.
La Tarta De Santiago, un postre tradicional con mucho significado
Se trata de uno de los postres tradicionales más famosos de la ruta, elaborado a base de almendras molidas, azúcar, huevos, ralladura de limón y harina en las recetas más antiguas, aunque hoy en día ya no se emplea este ingrediente.
Y de hecho, la comunidad autónoma de Galicia en su inventario de productos tradicionales de 1996 la publica como un producto típicamente gallego, en la sección de pastelería.
Origen e historia de la tarta de Santiago
Aunque en Galicia no existen almendros, el consumo de este fruto seco data de la Baja Edad Media, cuando eran importadas desde el Levante español para fines gastronómicos y terapéuticos. Pero ellas solo eran consumidas por la clase alta.
Durante este periodo de tiempo, la primera referencia sobre esta tarta data del año 1577, cuando Pedro de Porto Carrero comenzó a elaborarla. Pero en aquel entonces se le conocía como Torta Real y se servía fragmentada en dos porciones individuales.
Sin embargo como tal, la primera receta que recibe el nombre de tarta de Santiago se encuentra en el cuaderno de confitería de 1838 de Luis Bartolomé de Leybar, desde donde se comienza a extender en todos los libros de repostería gallega.
Aunque no queda claro aún cuál es su origen preciso, sí que se sabe bien por qué se aplica la silueta de la cruz de Santiago sobre el bizcocho. Es una historia de 1924 cuando José Mora Soto, fundador de la compostelana Casa Mora, buscó la forma de darle un toque de distinción al postre, iniciativa que fue seguida por todos los compostelanos orgullosos y que hasta el día de hoy permanece, por lo cual no hay tarta de Santiago que no la lleve.
Años y años de divulgación del postre entre los peregrinos del Camino de Santiguo han hecho de ella una tradición, y más que eso, un infaltable durante esta aventura, llevando incluso su receta fuera de las fronteras donde es conocida como producto típico de Galicia.
La,conocí y disfruté en San Sebastián país Vasco…creí que era originaria,de ese lugar…