El decálogo que todo peregrino debe seguir al realizar el Camino de Santiago
El número de visitantes que consiguen llegar a Santiago de Compostela es mayor cada año, siendo el Camino de Santiago uno de los destinos turísticos más importantes en España. Sin importar la ruta o el motivo por el cual decidas adentrarte a esta experiencia, los 10 mandamientos que presentaremos a continuación serán de gran ayuda para guiarte a la hora de emprender tu viaje.
¿Sabes cuáles son los mandamientos del peregrino?
Seguirás las flechas sobre todas las cosas.
Si te guías por las flechas amarillas que están en los cruces junto a las vieiras, vas a llegar sin ninguna pérdida hasta la meta final.
No recorrerás kilómetros en vano.
Para llegar sin perder el rumbo o caminar de más, es mejor seguir las flechas amarillas sin prestar atención a posibles atajos que te sugieran durante el recorrido.
No pararás.
También conocido como “no descansarás ni en fiestas”, se refiere a que no hay que perder el tiempo durmiendo más de lo debido. Cuanto antes comiences el día más lo agradecerás al concluir el Camino
Llamarás a tu padre y a tu madre.
Este depende de si tienes cobertura en el lugar donde te encuentres. Si no logras contar tus aventuras y experiencias puedes hacerlo al siguiente día, pero nunca dejar de comunicarte con tus seres queridos para que sepan que te encuentras bien. Lo importante de este viaje es relajarse, conectarse con uno mismo y disfrutar del paisaje dejando a un lado la tecnología.
No pasarás de los demás peregrinos.
La experiencia de poder compartir con tantas personas de distintas nacionalidades es una oportunidad que no debes desperdiciar, ya que, esto te servirá como aprendizaje y experiencia. El relacionarse con los otros caminantes es vital.
No llevarás calcetines impuros.
La higiene es importante en todo momento, siempre lleva calcetines de repuesto, pero si no te da tiempo de cambiártelos, procura que nadie lo sepa.
No te quejarás.
El quejarte hace que pierdas energías. La mejor manera de mantenerte motivado es respirar, sonreír y continuar aunque el día se complique y la vía llegue a ser dura.
No dirás falsas distancias al hablar.
¡Tú puedes!, ya estas encaminado para alcanzar tu meta. Olvídate de la famosa pregunta: “¿cuánto falta?”, y enfócate en seguir tu itinerario. Además, sé un apoyo para todo aquel que se encuentre tan o más cansado que tú, alentándolo a seguir en todo momento. Te lo agradecerán al final.
No tendrás pensamientos ni deseos de abandonar.
Todo lo que se comienza se debe finalizar, dejar las cosas inconclusas no te dejará ninguna satisfacción.
No codiciarás las ampollas ajenas.
Si en tu botiquín llevas materiales y medicamentos para el cuidado de los pies, no dudes en prestar ayuda al que lo necesite y no tenga su propio equipo. No pienses egoístamente y recuerda que todo lo bueno que das, se te devuelve.
Mandamientos que resumen todo
Para finalizar, este decálogo puede resumirse en dos mandamientos, que de cierta manera, aglomeran a los antes mencionados:
- Caminarás sobre todas las cosas.
- Cuidarás la mochila del prójimo como la tuya misma.