¿Qué tipo de calzado debo escoger para hacer el Camino de Santiago?
Si ya tienes decidido hacer el Camino de Santiago debes saber que tus mejores aliados a lo largo de esta ruta serán tus pies. Es por esto que la elección del calzado es sumamente importante a la hora de realizar el Camino.
Hoy te ayudaremos a escoger la opción de calzado más adecuada para que puedas embarcarte en esta gran aventura y llegar exitosamente y en las mejores condiciones hasta la meta, la Catedral de Santiago de Compostela.
Tipos de calzado para el Camino de Santiago
Lo más recomendable es llevar el calzado idóneo para transitar cada uno de los diferentes terrenos que encontraremos durante la ruta. Para que puedas tomar una buena decisión, a continuación te sugeriremos 3 tipos diferentes:
- Botas: ideales para caminar sobre terrenos naturales. No es recomendable llevar de caña alta ya que suelen ser pesadas y rígidas. La mejor opción son las botas de caña media e inclinada. Las botas que escojas deben tener un buen sistema de sujeción, con lengüeta acolchada para mayor comodidad y con punta y talón de goma de caucho reforzada.
La suela, para que tenga mejor adherencia al suelo, se recomienda que sea de caucho de carbono de doble densidad. Y por último, pero no menos importante, te aconsejamos que la bota este hecha de algún material impermeable y transpirable, para proteger los pies en dias de lluvia y a su vez permitan que en los dias de calor los pies no suden tanto.
Son la mejor opción para la época de invierno.
- Zapatillas de trekking: las más recomendadas para caminar tanto sobre asfalto como sobre tierra. Son muy cómodas, te permiten tener totalidad de movimiento, son ligeras y perfectas para que el pie pueda airearse al transpirar. Es importante resaltar que estas no son las zapatillas con las que sales a correr a diario, sino unas especiales llamadas zapatillas de trekking, que te brindan la protección necesaria para recorrer todo el Camino.
- Sandalias: es la mejor opción para el verano si no te agrada la idea de ir con el pie completamente cerrado todo el tiempo. Tampoco se trata de una sandalia cualquiera sino de sandalias multifuncionales que te brindan comodidad y permiten a la vez que el pie pueda mantenerse fresco. Algunas personas suelen usarlas durante tramos cortos del Camino y para descansar un poco los pies después de un día fuerte de caminata.
Recomendaciones adicionales para el Calzado y los pies en el Camino de Santiago
- La talla: no debe quedar ni muy grande ni muy ajustado. La manera de saber la perfecta talla es pegando el pie hacia adelante y que podamos introducir un dedo en el tobillo fácilmente.
- No estrenar calzado: ni utilizar uno muy desgastado. Lleva uno que se encuentre en perfectas condiciones pero que a su vez ya lo hayas usado anteriormente para que el pie este acostumbrado a él.
- Cambio de calzado: realizar un cambio de calzado de vez en cuando ayuda combatir la aparición de heridas o ampollas.
- Inspección diaria: revisar que el calzado esté bien por dentro y por fuera, que los dedos puedan moverse bien dentro, que el talón esté bien calzado y que el agarre sea el adecuado. Cualquier desviación puede llegar a ser una verdadera tortura.
- Cuidado de los pies: tener un buen aseo personal es imprescindible, también aplicarte vaselina en los pies antes de colocarte los calcetines, ayudará a disminuir la aparición de ampollas. Otra recomendación es nunca lavártelos por las mañanas antes de partir ya que la piel quedará más suave y propensa a irritarse y hasta herirse; además, es bueno que después de cada etapa, te revises los pies para ver que no se estén formando ampollas.
- Calcetines: llevar los calcetines adecuados es igual de importante. Deben ser transpirables y sin costuras. Existen calcetines antiampollas, perfectos para tener un mejor drenaje del sudor, manteniendo los pies más secos, debido a su doble capa. Algunos peregrinos también optan por utilizar dos pares de calcetines en cada pie.